Para comenzar con buen pie tu emprendimiento, es esencial tener herramientas, experiencias y acompañamiento que te impulsen a crecer. Muchas veces dudamos de nuestras capacidades, pero con la estrategia adecuada y el apoyo correcto, todo es posible.
En la vida, todos necesitamos a alguien que nos guíe y nos motive. He tenido la suerte de contar con el apoyo de especialistas tanto en la psicología como coachs que han sido fundamentales para mi desarrollo personal y profesional.
Es importante no esperar a estar en una situación profunda de desesperación para buscar ayuda. El proceso terapéutico puede ayudar a mejorar aspectos de nuestra vida, incluso cuando nos sentimos bien. Siempre hay algo que podemos mejorar, algo anclado que necesitamos liberar para avanzar. La terapia nos proporciona las herramientas necesarias para este crecimiento continuo.
Todos tenemos procesos de evolución y, con el tiempo, las herramientas que utilizamos pueden quedar obsoletas. Necesitamos aprender a usar nuevas herramientas y, a veces, necesitamos a un experto que nos muestre cómo hacerlo.
Buscar consejos de personas no especializadas puede llevarnos a cometer errores y, muchas veces, culpamos a los demás por lo que nos sucede. Es crucial buscar ayuda de personas que tienen las herramientas y la experiencia adecuada.
Nuestra experiencia pasada puede ser un obstáculo si no nos actualizamos. El camino cambia y necesitamos adaptarnos a esos cambios. Así como actualizamos nuestros teléfonos, debemos actualizar nuestras estrategias y herramientas para enfrentar nuevos desafíos.
Es fundamental compartir información útil con otros. Si encuentras algo que crees que puede ayudar a alguien más, compártelo y etiqueta a esa persona. La comunidad es una fuente poderosa de apoyo y crecimiento.
Una de las preguntas más profundas que podemos hacernos es «¿Quién soy?». Esta pregunta debe ser respondida desde la adolescencia, pero muchos de nosotros seguimos buscando respuestas en la adultez. Es vital definir nuestra propia identidad sin ser influenciados por lo que otros esperan de nosotros. El diálogo interno, lo que nos decimos a nosotros mismos, es clave para comprender quiénes somos.
Es importante ser honestos con nosotros mismos y reconocer nuestras limitaciones. Las justificaciones que usamos para nuestras circunstancias actuales, como tener un coche viejo o kilos de más, reflejan nuestras limitaciones autoimpuestas. Reconocer esto es el primer paso para transformarnos.
El esfuerzo y la disciplina son esenciales para lograr nuestras metas. Establecer micrometas y cumplirlas paso a paso nos ayuda a mantenernos enfocados y a desarrollar hábitos positivos. No tiene que ser doloroso; el esfuerzo puede ser un proceso gratificante y transformador.
Finalmente, cuando queremos algo, pero no actuamos, debemos empezar a hacerlo sin esperar a tener el deseo. Hacer sin querer puede llevarnos a amar lo que hacemos una vez que vemos los resultados. La acción genera motivación y nos lleva a alcanzar nuestras metas.
Así que, incluso si no tienes ganas, hazlo. El proceso te llevará a desarrollar el ánimo y la motivación necesarios para continuar.