Hola, mi emprendedora proactiva, gracias por leerme cada martes. Los mensajes que recibo de ustedes me animan a seguir mostrando otra perspectiva, invitándote a la reflexión y, sobre todo, a crear tu propio criterio.
Estamos culminando un año lleno de retos, al menos para mí así lo fue.
Quiero contarte sobre un error que casi cometo para que no te pase a ti. Me quedé atrapada en lo que no había logrado: en los objetivos que escribí a comienzos de año y no pude alcanzar, en los viajes que planeé y no realicé, pensando que ya no tengo la misma edad, que debo apurarme… Así comenzó mi autocompasión.
Empecé a escuchar pensamientos limitantes:
«Siempre me pasa lo mismo», «Digo que voy a hacer algo y no lo hago», «No me rinden las horas ni los días». Estaba a punto de caer en la trampa, cuando tomé un libro de mi biblioteca, lo abrí en una página al azar, y este fue el mensaje que me dio:
«Voy a cumplir 90 años este sábado. Mis años más jóvenes estuvieron llenos de miedo; en la actualidad mis días están llenos de confianza. Mi vida realmente no comenzó a tener sentido hasta mis 40. A los 50 empecé mi carrera de escritora a una escala muy pequeña. El primer año gané 42 dólares. A los 55 me aventuré en el mundo de las computadoras; me asustaba, pero tomé clases y vencí el miedo. Hoy tengo tres computadoras, y viajo con mi iPad y mi iPhone a todas partes.
A los 60 tuve mi primer jardín y me inscribí en clases de arte para niños; empecé a pintar. A los 70 y 80, fui más creativa, y mi vida sigue siendo cada vez más rica y plena. Todavía escribo, doy conferencias, enseño con mis acciones. Leo y estudio constantemente. Soy dueña de una editorial exitosa y tengo dos organizaciones sin fines de lucro.
Soy una jardinera orgánica dedicada y cultivo la mayor parte de mi comida. Me encanta la gente, las fiestas, y tengo muchos amigos cariñosos. He viajado extensamente. Sigo pintando y tomando clases. Mi vida se ha convertido en un tesoro de experiencias.»
Con amor,
Louise Hay
Entendí.
No hay prisa, hay vida por delante. Comprendí que lo realmente importante no es el tiempo pasando, sino cómo lo invertimos, qué hacemos con él. Definitivamente, no podemos controlar las agujas del reloj, pero sí lo que hacemos con cada minuto.
Tener metas, planes y objetivos es la mejor forma de dar propósito a cada día. Cuando tienes metas claras, también sabes las estrategias que necesitarás para lograrlas. Por eso te digo: ¡Estás en los MEJORES DÍAS DEL AÑO!
No creas que ya es mejor dejar todo para el próximo año, que no vale la pena hacer cambios, crear nuevos hábitos, o comenzar algo nuevo. Elimina el pensamiento de: «Lo que no hice en 10 meses no lo voy a hacer en 2». Nada de eso. No tienes que hacer todo, pero sí puedes aclarar qué es lo realmente importante para ti y enfocarte en esa meta.
Quiero ayudarte a hacer consciente el valor de estos últimos días del año para que los veas como los más gratificantes del 2023. Quiero que sepas que tu futuro es siempre brillante, sin importar en qué punto estés o cuál sea tu edad. Empieza a ver tus días como años llenos de tesoros.
Con amor,
Mafer