Hola, mi emprendedora, te felicito por estar en la búsqueda para encontrarte. Cada vez que inviertes tiempo en leerme, te estás regalando la oportunidad de obtener una perspectiva diferente, que te servirá para reflexionar y construir tu criterio propio.
Hoy quiero hablarte de este pensamiento: «¿Y si lo hubiese hecho? ¿Dónde estaría hoy?»
Dime, ¿te ha pasado que por alguna razón has dejado de hacer o tomar decisiones, quedándote con la sensación de que, si lo hubieras hecho diferente, todo sería distinto? Bueno, no te hablaré del santo, sino del milagro, como dicen jeje. No profundizaré en las razones, sino en el resultado que este pensamiento genera.
¿Qué hubiera sido…?
NUNCA LO SABRÁS
Ese pensamiento de: «¿Qué hubiera sido si lo hubiese hecho diferente?» jamás tendrá respuesta, y quedarte atrapada en él solo te paralizará. Alimenta exclusivamente una mentalidad limitante.
La verdad es que, así como lo hiciste, está perfecto. Si no obtuviste lo que querías, ya sabes que esa no es la fórmula correcta. Aprendiste que necesitas buscar otra estrategia para alcanzar los resultados que deseas.
El peso de tus creencias
Prefiero ser yo quien te lo diga, una y mil veces, si es necesario: NO ERES TÚ, SON TUS CREENCIAS.
Por eso el problema persiste, porque tu programación mental, tu «codificación», te mantiene en el mismo ciclo.
Lo importante está en el presente
Entonces, mi querida emprendedora, lo que dejaste de hacer este año ya no viene al caso. Lo realmente importante es lo que decides hacer desde hoy.
Deja atrás el «y si hubiera…» y comienza a actuar ahora mismo. Créeme, tu tú del futuro te lo agradecerá.
¿Quién se beneficia de tus acciones de hoy?
Te lo comparto con claridad:
- Tu disciplina
- Tu perseverancia
- Tu constancia
- Tu capacidad de resolver conflictos
- Tu nivel de amor propio
- Tu nivel de compromiso
- Tu autoestima
- Tu inteligencia emocional
- Tu capacidad de levantarte cuando caes
- Tu valentía
- Tu confianza
No permitas que tu personaje limitante (tu ego) siga jugando en tu contra.
¿Qué puedes hacer ahora?
Comienza por detectar qué ocurre realmente dentro de ti. Pregúntate:
- ¿Por qué me pasa esto?
- ¿Qué creencias me están deteniendo?
Recuerda, somos un cúmulo de creencias, y vivimos según ellas. Si crees que la solución es pensar: «Si lo hubiera hecho diferente…», ese pensamiento te mantendrá estancada. Si crees que puedes con lo que te ocurre, fluirás en la vida.
No hay nadie más a cargo del guion de tu vida. Eres tú quien dramatiza, dirige y escribe tu propia historia.
Utiliza el poder que Dios te dio, el libre albedrío, y empieza a elegir distinto. Repito: elige distinto a como eliges hoy. Mientras tomas esta decisión, busca la ayuda pertinente para ti.
Reflexión final
Recuerda: La calidad de tus pensamientos es lo que le da calidad a tu vida.
Si te crió una persona feliz, abundante, que logró lo que se propuso en la vida, puede que tengas la codificación para crear riqueza y felicidad. Pero si te criaron personas muy creyentes, pero con escasez, puede que estés esperando un milagro que no llegará, porque tus creencias lo están bloqueando.
Si miras a tu familia y ninguno es próspero, feliz, o vive la vida que soñaba, es probable que esa persona sea tu yo del futuro… a menos que decidas cambiarlo.
La vida está lista para ti
La pregunta es: ¿Estás lista para recrear la vida que deseas?
Con amor,
Mafer Guevara